05 59 93 10 52
Escríbenos
Hamaca de lujo brasileña
Lo mejor que Brasil nos ofrece en materia de hamacas. Nuestro último viaje ("2500 km en tierras de la hamaca.") en este inmenso país, en noviembre de 2017, nos permitió encontrar muchas joyas raras y sobre todo importar una de las marcas de hamacas más bellas de este país. Déjate llevar en esta sección y en la creatividad brasileña...
¿El país más grande de la hamaca?
Indiscutiblemente, es en Brasil donde hoy en día se encuentra el mayor número de personas que duermen en hamaca. Se dice que en ciertas provincias (el desierto del Sertao, por ejemplo) el 70% de la población duerme en hamaca. Por ello, hay muchas fábricas y numerosos artesanos. La elección es inmensa. Elegimos cuidadosamente a nuestros proveedores y hasta nuestras hamacas más simples se pueden lavar en máquina hasta 60° y te durarán alrededor de diez años.
Cabe destacar que las hamacas de lujo de esta sección son modelos que conservarás tanto tiempo que probablemente las transmitirás a tus hijos. ¡Una hamaca como herencia!
Ver menos
Por sorprendente que parezca, la palabra « hamaca » no tiene realmente un equivalente directo en algunos idiomas. En Brasil, se habla de « rede de dormir », literalmente « red para dormir ». En cuanto al término original « acat », ha ido desapareciendo poco a poco con el tiempo.
La hamaca brasileña es una de las más reconocidas del mundo. Brasil es un gran país de hamacas, donde cerca del 70% de la población rural duerme en hamaca, en comparación con el 30% que la utiliza en las grandes ciudades. Es una hamaca artesanal de gran calidad, apreciada y reconocida por sus modelos elegantes y sobrios.
Poca gente lo sabe, pero Brasil es el único país latinoamericano que valora la sobriedad y la elegancia de las hamacas crudas. Utilizada tanto en exteriores como en las salas de estar, la hamaca cruda se integra fácilmente en cualquier entorno.
Como muchos productos artesanales, las hamacas brasileñas han seguido los altibajos de la economía del país. En 1994, con el real indexado al dólar, ¡los precios literalmente se duplicaron de la noche a la mañana! Luego, a partir de 2007, la economía se fortaleció y las tarifas continuaron subiendo. Resultado: se volvió más complicado ofrecer hamacas de gran calidad sin sacrificar el saber hacer… algo que siempre nos esforzamos por evitar.