Hamaca de lujo VENEZUELA XXL H30M

Una obra maestra rara y preciosa llegada de Venezuela

Esta hamaca es mucho más que un simple accesorio de descanso: es un verdadero tesoro artesanal, un vestigio vivo de un saber hacer ancestral amenazado. Hecha a mano en las montañas de la región de Barquisimeto (Estado Lara, Venezuela), este modelo ilustra perfectamente lo más refinado y cómodo que puede producir la artesanía latinoamericana.

Venezuela, cuna de la hamaca

Poca gente lo sabe, pero Venezuela es una de las grandes cunas de la hamaca. Allí, se distinguen claramente dos tipos de hamacas: los chinchorros, tejidos en red, utilizados a menudo en las regiones amazónicas, y las hamacas, de lona gruesa, preferidas por su comodidad y calidez. A diferencia de Brasil, donde se habla de rede de dormir (red para dormir), la hamaca en Venezuela está profundamente arraigada en la cultura cotidiana, familiar y artesanal.

Una hamaca de lujo, rara y de difícil acceso

Estos modelos se están volviendo cada vez más raros. El contexto económico de Venezuela, las dificultades de acceso al país, las tensiones sociales y la complejidad logística hacen que el abastecimiento sea muy delicado. Desde hace más de 35 años, trabajamos con los mismos artesanos, pero cada vez es más difícil cruzar la frontera para comprar estas piezas únicas. Cada hamaca que llega hasta nosotros es por lo tanto preciosa, y lleva consigo una parte de la historia de este hermoso país.

Una fabricación 100% artesanal en telar de pedal

Esta hamaca está realizada íntegramente en un telar de madera de pedal, en talleres familiares donde los gestos se transmiten desde hace varias generaciones. El tejido, que combina una lona gruesa con una malla ligeramente suelta, requiere días de trabajo y una precisión extrema. Los flecos, por su parte, se anudan uno a uno, con una técnica específica de esta región de Venezuela, que da a la hamaca un estilo único, refinado, casi escultórico.

Una comodidad excepcional

Su gran tamaño (2m de ancho y 4m de largo) y su generosa tela ofrecen un confort inigualable, muy por encima de los estándares habituales. Es, a nuestro parecer, la hamaca de lona más cómoda del mundo. Pesa casi 6 kg, lo que demuestra la densidad y calidad de su material. Su malla aireada permite una excelente circulación del aire, a la vez que ofrece una suavidad envolvente para los momentos de descanso.

Sin embargo, esta tela tan gruesa tarda mucho en secar. Por eso recomendamos encarecidamente instalarla en interiores o bajo una terraza cubierta, para preservar su belleza y comodidad.

👉 Para entender mejor cómo elegir una hamaca adaptada a sus necesidades, le invitamos a leer nuestro artículo: ¿Cómo elegir el tamaño adecuado para mi hamaca?

Una pieza excepcional que hay que preservar

Poseer una hamaca así es apoyar una forma de arte amenazada. Cada pieza representa horas de trabajo, pero también un acto de resistencia frente a la globalización y la producción en masa. Usted invierte en un objeto duradero, único y profundamente humano.